Yoga y pilates, ¿iguales o distintos?



El pilates no es el yoga, por más que se insista en asociar ambas técnicas, ni tampoco tiene que ver con asistir a una típica clase ofertada en un gimnasio. El método pilates tiene rasgos que van más allá y que lo hacen claramente diferente de cualquier otra técnica. Engloba muchos aspectos de otras disciplinas, especialmente del yoga no hay que negarlo, pero en ningún caso se puede afirmar que sea lo mismo.

Y es que, un gran número de profesores mezclan durante sus clases mecanismo de yoga y pilates. Pero, ¿en qué se parecen? En primer lugar, destacamos que tanto yoga como pilates ponen especial énfasis en fortalecer tanto el cuerpo como la mente, unir ambos elementos para que confluyan con el espíritu, con el fin de lograr la armonía interior.

En otro orden de cosas, hay que destacar la respiración. Yoga y pilates insisten en la gran importancia de la respiración como medio para concentrarse, mantener el ritmo y ejecutar a la perfección todos los ejercicios.

Pese a ello, ¿hay rasgos que les hagan diferentes? Por supuesto y es algo que podemos apreciar claramente, puesto que en el yoga los movimientos que se realizan se ejecutan desde una posición estática a otra, sin que se produzca repetición. En cambio, en el pilates se emplean movimientos con más dinamismo y centrándose en la mejora de la condición física, de determinados músculos y del organismo en general. Para tratar de perfeccionar la musculatura, si se realizan una serie de repeticiones de cada ejercicio, a diferencia del yoga.

Podemos decir que el yoga es quizá más espiritual, aunque el pilates también insiste mucho en ello y en la fortaleza de la mente, pero esa insistencia en conocer la anatomía y fortalecerla, mezclada con el conocimiento de la mente y el espíritu, le dotan de un aura que le hacen diferente.